martes, 8 de noviembre de 2011

Erase una vez, una historia de amor... (Primera parte - "Nace un amor")



Toda historia es un proceso, y no siendo las de amor una excepción a esa regla, como todo proceso deben agotar ineludiblemente unas etapas...

Ahora bien, a todos nos vendieron de niños (y aun siendo mayores), la idea fantástica de la historia rosa de príncipes y princesas, plagada de encanto perpetuo y amor incondicional; de esas que empiezan con "once upon a time..." y terminan con un "happy ever after".

Empero, no todas las historias terminan así (es más, puedo apostar, que la mayoría no se le parecen en nada a lo que nos pintan)...

Debo confesar que me gustan las historias tristes, quizá porque son más reales y probables; lo que las hace, a más de tristes, creíbles,  por esa razón quiero comenzar esta serie de publicaciones, con el único ánimo de analizar, a la luz de las brillantes rimas de Bécquer, lo que a mi entender, fue la manera como él sintió sus propias historias, a ver cuántos nos identificamos en algo con ellas...

A esta primera parte, la llamaremos: "nace un amor"... y dijo Bécquer:



"Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman, el cielo se deshace en rayos de oro, la tierra se estremece alborozada.

Oigo flotando en olas de armonías, rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?
¿Dime...?
 ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa"

(...)

"Pasaba arrolladora en su hermosura
y el paso le dejé;
ni aún a mirarle me volví, y, no obstante,
algo a mi oido murmuró: {esa és}.
¿Quien reunió la tarde a la mañana?
lo ignoro; solo sé que en una breve noche de verano
se uniero los crepusculos, y ...{fue}"

(...)

"Cruza callada y son sus movimientos
silenciosa armonía;
suenan sus pasos y al sonar recuerdan
del himno alado la cadencia rítmica.
Los ojos entreabre, aquellos ojos
tan claros como el día,
y la tierra y el cielo, cuanto abarcan,
arden con nueva luz en sus pupilas.
Ríe, y su carcajada tiene notas
del agua fugitiva;
llora, y es cada lágrima un poema
de ternura infinita.
Ella tiene la luz, tiene el perfume,
el color y la línea,
la forma engendradora de deseos,
la expresión, fuente eterna de poesía.
¿Que es estúpida? ¡Bah! Mientras callando
guarde oscuro el enigma,
siempre valdrá lo que yo creo que calla
más que lo que cualquiera otra me diga...."

to be continued...
(prosopopéyico)



1 comentario:

  1. Las historias de príncipes y princesas aún continúan cautivandome, sin saber exactamente el porque, después de tantos años y de haber encontrado a mi príncipe (no tan azul)...
    Sigo sintiendo mariposas en el estomago con una película, una serie, una canción, que describa perfectamente esa fantasía... Prosopopeyica 100%

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