miércoles, 19 de febrero de 2014

El observador

A lo lejos te miro, intentando que no lo notes,
 que mi mirada no sea de esas que la gente dice que siente...
o que en su defecto tu, no seas como esa gente que dice sentir cuando se les mira.

A lo lejos te miro, anhelando que no te alejes...
que una extraña fuerza te mantenga a la vista...
para que aun cuando mi persistente mirada te sea indiferente, me sea posible contemplar tu ser el mayor tiempo posible.

Es difícil no mirarte, y lo sabes...
Sin embargo te muestras sorprendida y apenada cuando alguien sostiene sobre ti la mirada..

A lo lejos contemplo tus rosadas mejillas,
A lo lejos disfruto tu penosa apatía...

Y si alguien a mí, a lo lejos me mirase, hallaríame aquí...
 enamorándome estúpidamente del brillo de tus ojos, de las comisuras de tus labios, de tu danzante caminar...

A lo lejos te miro, sin poder evitarlo.
A lo lejos te miro, suspirando por ratos.
A lo lejos suspiro, por tu tierna mirada,
a lo lejos te admiro, a lo lejos me atrapas.

A lo lejos soy tuyo,
y mi vida te entrego,
a lo lejos, suspiro,
a lo lejos yo muero.


PD: se recomienda acompañar esta lectura con la canción “diez minutos” - efecto mariposa


http://youtu.be/MVO8BXIAvzw