Corazón
dividido y confundido,
¿Cómo es
que eliges a tus amores?
¿Cómo es
que entre mil rostros, decides tu fijarte en aquel que te es prohibido?
Corazón
indeciso y testarudo,
¿Cómo es
que no entiendes razones?
¿Cómo es
que aún sabiendo que no la puedes tener, te empeñas en amarla sin motivos, sin
porqués?
Vaya si
eres necio corazón mío, vaya si eres atrevido,
Rehúsas a
olvidarla, bien sabiendo que jamás podrá estar contigo.
Tal parece
que prefieres el dolor y la agonía de amarla, aún cuando es ajena,
Al frio
inclemente de la soledad y el olvido.
Vaya si es
irónica la vida, corazón mío, vaya si es compleja…
Ese puñal
que llevas clavado en medio y te
desangra,
Es el mismo
que te ha hecho latir con una fuerza
jamás sentida...
Así es,
corazón mío, pues es el amor la daga que te da vida y a la vez te aqueja.
Ay corazón
mío… como me duele llevarte dentro…
Pues eres el vivo ejemplo de que el amor,
Por ser un
adiós sublime e interminable,
Nos engaña,
haciéndonos sentir vivos por vez primera...
Arrancándonos
mientras tanto, con cada lagrima y suspiro… la vida entera.
(Prosopopéyico)
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