miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ay corazón mio...


Corazón dividido y confundido,
¿Cómo es que eliges a tus amores?
¿Cómo es que entre mil rostros, decides tu fijarte en aquel que te es prohibido?

Corazón indeciso y testarudo,
¿Cómo es que no entiendes razones?
¿Cómo es que aún sabiendo que no la puedes tener, te empeñas en amarla sin motivos, sin porqués?

Vaya si eres necio corazón mío, vaya si eres atrevido,
Rehúsas a olvidarla, bien sabiendo que jamás podrá estar contigo.

Tal parece que prefieres el dolor y la agonía de amarla, aún cuando es ajena,
Al frio inclemente de la soledad y el olvido.

Vaya si es irónica la vida, corazón mío, vaya si es compleja…

Ese puñal que llevas clavado en medio y  te desangra,
Es el mismo que te ha hecho latir con una fuerza  jamás sentida...

Así es, corazón mío, pues es el amor la daga que te da vida y a la vez te aqueja.

Ay corazón mío… como me duele llevarte dentro…
Pues eres  el vivo ejemplo de que el amor,
Por ser un adiós sublime e interminable,
Nos engaña, haciéndonos sentir vivos por vez primera...

Arrancándonos mientras tanto, con cada lagrima y suspiro… la vida entera.

(Prosopopéyico)

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