martes, 21 de febrero de 2012

CURIOSIDAD



Alguna vez alguien me dijo:
"¿Qué es mejor?... ¿Quedarte con la curiosidad o arriesgarte a que te mate?"
Primeramente diré, que si la curiosidad es tan peligrosa como para matarte, no merece entonces la pena arriesgarse a algo en virtud de ella...
 
El amor... si...es un riesgo, pero “amar” por curiosidad es tan falso como peligroso, puesto que en el momento en que tu ansia y deseo por conocer y experimentar se satisfaga, el "amor" de igual manera se difuminará.

“Amar” por curiosidad no es aconsejable, aunque no negaré que el pensar en aquello que pudo ser y no fue, puede volvernos locos...

Aún así, no es esa razón suficiente para arriesgarnos a sentir.

¿Vale en verdad la pena, el abrir la puerta solo para saber que hay detrás?

Supongo que es difícil determinar cuan acertadas habrán de ser a la postre nuestras decisiones, pero de algo si estoy seguro, el riesgo no es siempre la decisión acertada.

Ya llegará el día en que me arriesgue, mas no por curioso si no por real sentimiento, por lo que me atrevería a definir como verdadero amor, no por inquietud, no por ansiedad... y entonces, para bien o para mal, aceptaré lo que la vida tenga para mi.



4 comentarios:

  1. Si hay Amor hay dolor
    si no hay amor, más dolor...

    ResponderEliminar
  2. NO amar por capricho! excelente, me gusto mucho tu escrito.

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente no se ama por experimento o por asumir un nuevo riesgo. Se ama por convicción, con pasión consciente, con besos profundos con decisión del alma y del espíritu. Solo así, completo, decidido, solo así puede amarse.

    ResponderEliminar