Para aquella que en medio de mis angustias, siempre encontraba una manera de devolver a mi vida la sonrisa.
Para
ti, quien con solo mirarme, me subías al cielo, y allí, a tu lado, aunque
parezca imposible, era completamente feliz…
Para
ti son estas líneas, no llenas tanto de melancolía, como si de agradecimiento,
pues fuiste tú, quien me hizo ver la belleza de la vida, quien me hizo
comprender, lo perfecto que puede llegar a ser un instante, lo hermoso que
puede sentirse al dar un abrazo, la bondad que puede albergar una
palabra, una caricia, una mirada…
Me
enseñaste a vivir, no porque estuviésemos vivos, sino para estarlo realmente,
me enseñaste a apreciar la luz que aún la misma noche nos provee…
Por
eso, he escrito estas líneas para ti…pues en ti descubrí que aún en la
imperfección de los hombres, nos es posible encontrar, pequeños destellos de
Dios en el mundo, como tú lo eres…
Mañana
me espera un incierto futuro, no me pregunto ni como, ni donde, solo se que
gracias a ti, en ese aleatorio porvenir, seré alguien que valore más la vida y
lo que ésta le brinda…
No
porque esté vivo, sino porque tú me enseñaste verdaderamente a estarlo…
A
decir verdad, no me importa si Dios decide colocarte en mi camino nuevamente,
porque el solo hecho de haberte conocido, ha hecho que esta vida, empiece a
valer la pena… porque ahora no vivo por vivir…vivo porque vale la pena vivir…
(by:
prosopopéyico)
(Barranquilla,
agosto 13 de 2008)
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