lunes, 25 de agosto de 2014

Te quiero para mi

Torpes y desordenadas ideas revolotean en mi cabeza esta noche, ojalá pudiera organizarlas, o al menos encontrarles sentido, pero en estos momentos me es imposible.

Quisiera poder decir que pronto habré de solucionarlo, que pronto pasará, y que todo volverá a ser como antes... Pero no puedo, y peor aún, no quiero...

Debes entender que tu descubrimiento ha significado para mi un punto sin retorno... 

Hallarte ha sido como permitir a un ciego ver por breves instantes, para luego obligarle a volver a la penumbra...

 ¿Quien pues se quedaría en las tinieblas habiendo visto la más hermosa luz? 

¿Quien se preferiría  lo usual habiendo conocido lo extraordinario?

Muchos dicen que me has hecho mal, que para robarme la tranquilidad has aparecido, más yo difiero de ello... 

Ha sido necesario para mi el saberme incompleto, para encontrarle sentido y objetivo a la vida.

Hoy sólo estoy seguro de dos cosas, la primera es que no hay vida sin ti, o por lo menos no una que yo prefiera; y la segunda es que no seré feliz hasta que no te tenga; es esa mi condena, es esa mi verdad.

No es un asunto de necesidad, no me malentiendas... no se trata de que sin ti me falte el aire, ni nada por el estilo; pues soy plenamente consciente de que sin ti he vivido todo este tiempo y mal no me ha ido...

Lo que sucede morena mía, es que habiendote conocido ya, y sabiéndote cercana, no puede pedirme ya nadie que me conforme con lo usual, con lo normal...

Ya ello me es insípido...
Para mi, quiero lo extraordinario...
Para mi, quiero lo supremo...
Para mi, quiero tu amor.

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