Ojala tuviera palabras
para definirte de manera correcta, pues si digo que eres perfecta, no faltará
el pusilánime que afirme que tal cosa no existe, todo porque aun no se ha
topado con algo a lo que llamar perfección; mientras que yo te he encontrado a
ti.
Ojala pudiera
llamarte felicidad, pues hay quienes piensan que aquella no es en sí un
sentimiento, sino más bien un estilo de vida; siendo entonces imposible que una
sola persona pueda generar tal efecto en nosotros; mas quienes piensan así
ignoran que la persona indicada puede no solo transformar tu estilo de vida, sino tu vida entera.
Ojala pudiera
llamarte paz, obviando todo lo que la gente dice de ella, pues no es paz el
sonido de las aves cantando, ni la fresca brisa de la tarde acariciando nuestro
rostro en un mundo perfecto y rosa; paz, por el contrario, (o al menos para mí),
es poder refugiarme en tu pecho mientras el caos y la locura consumen este
mundo lentamente, y a tu lado sentir que todo está bien, que todo puede ser
mejor, que nada importa si a mi lado estas.
Ojala pudiera
llamarte amor, sin embargo para algunos aquello es cualquier cosa, menos algo
agradable; piensan que aquel casi
siempre es mejor cuando está en otra parte; todo porque a sus puertas no ha
llegado la persona indicada, aquella que tenga el poder de controlar a su
antojo el tiempo y el mundo en que viven.
Intentando entonces
definirte, entendí que no importa en absoluto lo que los demás piensen,
sientan, reflexionen o mediten; importante es lo que a mis ojos eres, lo que a mi
vida representas, lo que para mi corazón significas…
Por eso mi linda
doncella, a mis ojos eres perfecta, porque en ti he encontrado la paz y la
felicidad que anhelaba mi alma, eres perfecta porque en tu ser hallé lo que
muchos buscan y muy pocos encuentran…
En ti, encontré el
verdadero amor.
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