viernes, 2 de marzo de 2012

CREPÚSCULO



La luz no hace falta, cuando en la oscuridad mis brazos pueden sentirte,  y mi corazón puede verte…

Lentamente con la luz de la tarde, desaparecieron también nuestros miedos y prevenciones…

Fue entonces cuando el ocaso se llevo consigo,  no solo la luz del día, sino también nuestros temores, dejándonos solos a ti y a mí, a oscuras, solos con nuestros corazones…

La tenue penumbra vespertina, fue testigo de nuestras ganas de querernos, de estar el uno en los brazos del otro…
Y en medio de la oscuridad nuestro amor con un beso se perfeccionó, y en la opacidad, un abrazo unió nuestras almas para no separarlas jamás…

Que la luz abandone para siempre mis días, si la noche trae consigo tus besos y tus caricias…
Pues si estás conmigo, esplendorosa será la noche… y es a tu lado, incomparable la belleza de la oscuridad.

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